Escritos de ‘Nombres de dios’

El cielo en la tierra

Equilibra las expresiones del ser divino en la tierra y favorece la actividad sustancial y su percepción.
Aquí la llama hace su gran poder y su Belleza del alma transmuta el pensamiento.

La esencia de la luz

Revive la consciencia de ese algo que ha subsistido detrás de todas las formas en la eternidad del pasado, de ese Algo que está realmente detrás de todas las apariencias y equívocos del presente, de ese Algo que será el fundamento de todas las formas cambiantes de la expresión de vida en la eternidad que ha de venir.

Eliminar el miedo

La visión de Dios es mi escudo y el iluminador de todas las fuerzas.
Desarrolla una gran paz, paciencia y templanza desde los niveles superiores del ser. Aquieta ante cualquier temor permitiendo su apreciación con cierta distancia sintiendo el miedo de modo cauto.

Decir y oir la verdad

Desarrolla la capacidad de escucha y comunicación.
Si las ideas de otros atrapan libera de estas y desenvuelve el poder de poder expresar las propias ideas en voz y acción cariñosamente.

Pacificar

La visión de la luz trae paz a la tierra.
Esta es la esencia de las relaciones y de su sanación; la asociación de los seres de luz trasciende todas las formas de relación, esta es la esencia, la verdadera relación entre seres vivos.

Realizar los sueños

Expande la percepción del mundo de las ideas y su absorción. Potencializa la visión de las aguas y somete estas a la dirección del gran señor, el verdadero yo, regente de todas las cosas.
Alínea la mente a la luz, abre el corazón, y trasciende los pensamientos y el mundo.