De las esencias álmicas nacen nuevos caminos
Las esencias vibracionales contienen la energía y vibración de un ser o elemento particular permitiendo así activar una relación con él y adquirir sus cualidades o aprovechando estas reparar o sanar las situaciones y problemas del grupos, de una pareja, de un individuo, de una planta o de un animal.
En cada ser vivo y elemento hay un cuerpo físico; y detrás de este hay un ser viviente consciente.
Al tomar una esencia se inicia una relación y el espíritu comienza a proyectar su caudal de sabiduría sobre los distintos cuerpos para lograr la armonización y el amor.
Aquí presento métodos terapéuticos pero la finalidad más bien es el desarrollo de la personalidad y de los poderes del alma para poder realizar un desenvolvimiento exitoso en todas las áreas de la vida.
Las esencias florales trabajan con los poderes de la naturaleza, las esencias álmicas producen la identificación con el alma humana y el espíritu.
Hay esencias de flores, rosas, flores de cáctus y orquídeas. Cada una implica cualidades y maneras de ser muy especiales. Estas esencias salen de plantas pero en especial su flor, que representa su ser.
La esencia álmica se obtiene a raíz de la persona que la va a tomar. Al tomarlas uno se alinea con su verdadero ser y a experimentar la vida desde el Alma divina logrando percibir poco a poco el mundo desde sus ojos, su corazón y su ser. La diferencia fundamental radica en los cuerpos más elevados sobre los que actúa, la velocidad exagerada a la que se trascienden las limitaciones y al cambio de enfoque o centro de identidad.
El trabajo de las esencias álmicas hace ya mucho que comenzó y es un trabajo que continuaré durante largo tiempo con todo. Aparecieron gracias a todos vosotros y a la luz.
De las esencias álmicas y del espíritu han nacido otras esencias personales magníficas. Aquí presento las esencias de las 10 esferas del Árbol de la vida más Daath, las Esencias de los 8 Arcángeles, las esencias de los 72 nombres de Dios que son arquetipos de luz espiritual. y la esencia de la luz para redescubrir y despertar el quien eres.
Ellas demuestran y aportan la posibilidad de experimentar una verdad que no es fácil de reconocer y es que los Ángeles, los sephirots y los nombres de Dios no son seres o fuerzas ajenas a la naturaleza humana sino que forman una unidad y existen en el interior de cada uno.
Gracias a ellas se puede recuperar la Belleza, restablecer el orden y volver a ver armonía del cielo en el que vivimos. Estos poderes pueden ayudar a resolver y franquear todas las ilusiones del sufrimiento de las mentes del entorno y del pasado hallando un gran reino de luz, el verdadero ser de todos.